Requiem Para Un Idiota

Bueno, días variados, malas y buenas noticias, navidad, la proximidad de año nuevo hacen que muchas cosas cambien de manera repentina y esto les paso a unos cuantos señores. A continuación su trágico final.

Comenzaremos con el señor Hans Davis, un hombre callado hasta cierto punto pero la locura lo llevo a la tumba, fue un final inesperado para alguien que demostraba rudeza en el exterior. La paranoia lo consumió, creyó que todos conspirábamos en su contra tanto que dejo de salir comer, beber todo lo que un humano normal hace haciendo esto que su estado decayera tanto que un día en una de nuestras visitas lo encontramos en el suelo, con una nota que decía "No los dejen entrar" un arma en su mano. . . ustedes deduzcan en final

El segundo , Franz Devotchka, un romántico sin remedio , tanto que un día creyó que rio Senna era suficiente para poder vivir bien , de ser un "artista" de vocación su mismo romanticismo hizo que terminara odiándose lo que hizo que su amado rio Senna se lo llevara para nunca volver.

El tercero, Mr. Brightside, tipo divertido, alegre pero a la vez "deschavetado" era tanto su optimismo que daba miedo, un día lo des emplearon su imaginaria mujer lo dejo por otro, un pésimo día para cualquiera pero su optimismo lo hizo ver el lado positivo de las cosas. . . ¿qué fue de él? solo sabemos que se perdió entre las luces de una noche fría.

El Siguiente, Frank Hernt, el éxito andante, un prominente abogado, acaudalado, prepotente en ocasiones pero frívolo si quieren tomarlo por ese aspecto, era tanta su ambición que un día lo aposto todo frente a unos tipos extraños, los rumores dicen que esos tipos eran la muerte, la desolación, la tristeza, la soledad y la desesperación, gano, pero a la vez lo perdió todo cayendo en la locura y sucumbiendo ante ella.

En la penúltima posición esta el señor Ian Kowalski, un típico físico, frio, calculador, solitario pero con una mente brillante, inteligente, firme en lo que hacía y decía, hay que admitirlo me costó argumentar con él. Estaba obsesionado con encontrar la perfección, hacia formulas sobre como encontrarla un día pareció lograrlo pero el fallido resultado le quito la vida.

Por último, Gerard Morter, un gran tipo, con eso describo todo, no padecía de su facultades, no era extraño, era normal. . . Pero como los demás debía tener un réquiem. . . dicen que un loco con un mascara de cotorro y trajeado le disparó en 3 ocasiones, detalladamente, 2 en la cabeza y uno en el pecho. . .

No todas las historias en estas épocas suelen ser alegres, pero esto no quiere decir que debamos tener malos días, al contrario son motivos para agradecer que no seamos estos tipos.

¿Mi Nombre? no es necesario.

Sé que no tiene sentido contarles esto, pero a veces las grandes cosas carecen de sentido por eso son grandes. . .