viernes, 15 de mayo de 2009

Influenza Humana ¿En serio?

Virus, un ente biológico extremadamente pequeño, ha provocado una enorme alerta sanitaria a nivel mundial que sin duda ha desencadenado algunos otros problemas que nos incumben a todos; infectados y sanos.

Se ha declarado la contingencia sanitaria no solo en el país, sino en todo el mundo, la OMS ha intervenido ya y nos enfilamos hacia las garras de una enfermedad antes desconocida, la Influenza Humana causada por el Virus A/h1n1.

México, nuestro país, es considerado el foco de la infección viral y aunado a esto es también el país con mas muertes provocadas por el virus de la influenza humana, ello ha desatado una terrible xenofobia hacia los mexicanos, probablemente causada por el miedo, aun así, no tiene justificación pues la mayoría de los que son discriminados no padecen síntoma alguno.

Algunos países lo han demostrado cancelando todos sus vuelos a México, como Argentina y Colombia; otros, como China, han aislado a todos los mexicanos que se encontraban en su país, recluyéndolos cual delincuentes y sin dar explicación alguna al momento de sacarlos de los hoteles, restaurantes o dondequiera que estuvieran. Pero esto ha llegado mas lejos, artistas mexicanos han sido discriminados también, y no hablemos del deporte, pues incluso los equipos de futbol han sido rechazados abruptamente competencias internacionales.

Actualmente hemos pasado del pánico y la histeria colectiva a una incertidumbre, misma que es provocada por la discrepancia entre lo que dice el gobierno (que todo esta “bajo control”, que esta “mejorando”) y lo que esta sucediendo en el mundo según la OMS (Alerta en el nivel 5 de 6), es decir, la incertidumbre en el país aumenta y con ella también aumenta la incredulidad ante esta situación, y es que, hemos escuchado, a cada nueva jornada, variadas informaciones, vacilaciones de cifras y contradicciones que nos han hecho perder la paciencia en más de una ocasión. Muertos y muertos, víctimas y víctimas, pero sin nombres ni rostros. Mucha confusión que engendra todo tipo de teorías conspiratorias.

Una parte de la población ha comenzado a dudar de las autoridades, y por ende ha comenzado también esta etapa de despreocupación, estamos bajando las manos, y es que hace al menos una semana o dos la mayoría de la población de esta zona atendía todas las indicaciones preventivas, el uso del cubre bocas, lo referente a los saludos y la limpieza, hoy, sin embargo, la gente ya no usa cubre bocas, ha dejado de lado el nuevo “protocolo” de saludos y no hablar de la higiene personal. La irresponsabilidad ante el cumplimiento de estas conductas morales puede llevarnos a riesgos innecesarios, a medidas innecesarias.

A pesar de todas las campañas publicitarias en la TV, radio, medios impresos e incluso Internet para prevención y atención temprana de la enfermedad, los infinitos noticieros y demás propaganda, la población de la zona en que habito al parecer ha olvidado la amenaza que nos aqueja, y es que el gobierno no supo que hacer en el momento mas critico, tal vez oculto datos reales para no provocar una histeria colectiva en el país y lo que consiguió fue que la sociedad dudara de la veracidad de la situación, que pensaran, como muchas personas de mi pueblo, que solo forma parte de alguna estrategia política, o quizás si dijeron la verdad y todo, simplemente, se les salio de control, pues aquí, en el país de “no pasa nada”, los peores enemigos en el manejo de la situación fueron la ignorancia y la irresponsabilidad, nuestra ignorancia e irresponsabilidad.

Solo como dato. Los médicos que pertenecen a organizaciones como la OMS o Médicos Sin Fronteras (DWB) que tienen que atender enfermedades altamente contagiosas o peligrosas en países en desarrollo solo pueden trabajar durante tres meses en ese lugar. ¿Por qué? Porque se considera que después de tres meses el doctor comienza a confiarse, a no ser tan cauto como antes, a perderle el miedo a un posible contagio, por esa simple y llana razón son sustituidos cada tres meses.

Nosotros llevamos tres semanas combatiendo una enfermedad nueva (y al parecer peligrosa), le estamos perdiendo el miedo y eso, en verdad me asusta.